237. Sin mojarse…

Dos automóviles se detuvieron a la entrada del recinto. Se apearon siete hombres y comenzaron a andar por la avenida. De pronto comenzó a llover con intensidad. Seis de los hombres aceleraron su marcha para mojarse lo menos posible; el séptimo, sin embargo, no pudo imitarles. Irónicamente fue éste el que llegó seco a su destino, mientras los otros seis quedaron empapados. ¿Cómo es posible, si los siete hombres llegaron juntos al lugar al que se dirigían?

7 comentarios sobre “237. Sin mojarse…”

  1. Albert: El séptimo hombre no pudo acelerar porque era parapléjico e iba en una silla de ruedas. Además, no se mojó porque era el único que llevaba paraguas.

    Hombre, se entiende que no pueden llevar paraguas o algo así… si no vaya pringaos 😛 jejeje

    infern: Y quién dice que no fuera el conductor de uno de los dos coches? es decir, a veces caminando vas más rápido que un coche por ejemplo porque haya un atasco…salud!

    Pero «se apearon», ¿eh?

    Moisés: El ultimo hombre era calvo.

    ¿Y el agua le resbalaba? ¿Qué tiene que ver que sea calvo?

    Buliano: seis hombres llevaban un ataúd en el que iba el séptimo hombre, que obviamente ni pudo acelerar, ni se mojó, pero llegó al mismo tiempo que el resto.

    Efectivamente, el séptimo hombre iba en el ataúd, por eso no se mojó pero llegó al mismo tiempo que el resto.

    ¡Enhorabuena!

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