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162. Asesinato en la nieve

Otro de asesinos 😉

El detective Guardarropa salió al despuntar el día a pasear por el bosque. Aunque la luz del sol le cegaba, seguía los pasos marcados sobre la nieve por uno de los compañeros de excursión, el fotógrafo Nikón Nisín. Después de un recodo en el camino, lo halló muerto; tenía una flecha clavada en la espalda. Volvió corriendo a la cabaña y encontró a los demás compañeros desayunando. Quedaron consternados al conocer la historia. Staff Ador repetía que no lo podía creer, Ridí Culo recordaba que Nikón le había comentado su idea de ir a fotografiar pájaros de madrugada y Rudy, que contaba sus flechas, informó de que le faltaba una. «Uno de vosotros es el asesino», dijo Guardarropa. ¿Quién cree que ha sido? ¿Por qué?

128. Tragedia alcohólica

Ridí Culo y Rudy Mentario, que eran, además de amigos, políticos en su pueblo, se encontraron en una cafetería alejada para discutir como deponer a sus respectivos jefes de partido. Ambos pidieron un ron con hielo. Ridí se tomó el suyo de un trago, pidio otro y se lo bebió también enseguida. Como Rudy no se había terminado todavía de tomar el suyo, Ridí decidió esperar antes de pedir el tercero. Pero no tuvo tiempo: Rudy cayó fulminado al suelo. La policía descubrió que habían sido objetos de un intento de asesinato. ¿Por qué tuvo éxito con Rudy y no con Ridí?

126. El largo viaje de Ridí Culo

Ridí Culo pidió una cerveza, miró a su alrededor y, viendo a su amigo Rudy Mentario, le dijo: «Da gusto estar de vuelta a la civilización. El barbero me acaba de afeitar una barba de cuatro meses y, después, me he pegado un buen atracón. He estado en alta mar buscando un viejo barco que se hundió con un cargamento de oro. Por fin, lo localicé hace un par de días y, cuando consiga el permiso para rescatarlo me voy a hacer con una fortuna». Se acarició la bronceada barbilla y añadió: «Me caes bien, si quieres participar de mi empresa sólo tienes que invertir unos cuantos cientos de euros». «Lo siento, Ridí», le dijo Rudy, «pero no me creo nada de lo que me dices». ¿Por qué le dijo algo así?

119. Cruzando el Amazonas

Rudy Mentario explicaba su última aventura en Brasil: «Mientras cruzaba la selva amazónica fui hecho prisionero por una tribu de salvajes. En un momento de distracción de mis captores, conseguí desatarme, atacar al salvaje más cercano y huir hacia el río. Como estaban a punto de darme alcance, salté al agua y me sumergí, respirando por una cerbatana de casi un metro que le había cogido a mi vigilante; así me pude mantener durante las siguientes dos horas, cuando los indios se fueron y pude salir a la superficie para viajar rio abajo hasta la civilización». «Esto que cuentas es imposible», le dijo alguien que escuchaba. ¿Por qué?

49. La cerilla de papel

Staff Ador arrancó una cerilla de una carterita de propaganda del bar donde estaba y la lanzó al aire; anotó que había caido plana, marcando una rayita en una papel. Después, siguió lanzando la misma cerilla al aire y anotando que seguía cayendo totalmente plana. Rudy Mentario, que lo observaba, no pudo resistir la curiosidad y le preguntó qué estaba haciendo. Staff  le constestó que hacía una estadística de las veces que la cerilla cae plana. «Claro que cae plana, amigo; siempre lo hace», le contestó Rudy. Staff miró a su amigo y le apostó 50 euros a que conseguía que cayera de lado. ¿Crees que se trata de una apuesta que Rudy pueda ganar?