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318. Los sellos de colores

Tres sabios, Amelindo, Bernardín y Cecilio, se dedican a resolver problemas matemáticos. Un buen día los quisieron poner a prueba. Les enseñaron 7 sellos: 2 rojos, 2 amarillos y 3 verdes. Después les taparon los ojos y a cada uno de ellos le pegaron un sello en la frente. Escondieron los cuatro sellos restantes en un cajón. Cuando les destaparon los ojos le preguntaron a Amelindo: «¿Sabes un color que no sea el de tu sello?», y Amelindo respondió que no. Preguntaron lo mismo a Bernardín, y también respondió lo mismo. ¿Piensas que con esta información puedes deducir algún color de alguno de los sellos?

315. El cazador muerto

Un cazador apuntó su arma con suma precisión. Disparó, alcanzó a su presa, pero unos segundos después del disparo supo que había cometido un error fatal. A los pocos segundos estaba  muerto. No lo mató ninguna persona o animal, y teniendo en cuenta que era principios de primavera y el arma era muy ruidosa, ¿por qué murió el cazador?

305. El tractor de Agri Cultor

Agri Cultor había cargado el remolque de su tractor con una gran cantidad de leña para llevarla al cobertizo. Cuando pasaba bajo un túnel, el remolque iba tan cargado que se encalló. Por mucho que lo intentaba, no había manera de retroceder ni avanzar; al contrario, cada vez era más difícil moverlo. Afortunadamente, pasó por allí el profesor Listillo, que le indicó cómo salir del atolladero. ¿Qué le aconsejó?

304. Muerto en el piso 39

Un hombre fue encontrado muerto en una habitación del piso 39 de un hotel. El cuarto estaba cerrado con llave por dentro y el hombre estaba sentado en una silla dando la espalda a una de las ventanas. La alfombra debajo de la ventana estaba húmeda. El único ruido que se oía era el del aire acondicionado. Una bala había entrado por detrás de su cabeza y estaba alojada en la base del cráneo. La autopsia determinó que había sido asesinado en el mismo lugar donde estaba sentado y que la bala había sido disparada desde una distancia de unos 30 metros. Además, la ventana estaba cerrada por dentro y ningún cristal estaba roto. ¿Cómo se cometió el asesinato?

303. El conejo y las lechugas

Un conejo hambriento llegó a una huerta de lechugas completamente vallada. El problema era que, si entraba por uno de los agujeros de la valla y se comía unas cuantas lechugas, luego estaría tan gordo que no podría salir. Además, las lechugas eran demasiado grandes como para sacarlas por los agujeros y comérselas fuera. ¿Qué harías si fueras un conejo hambriento ante un inaccesible huerto de lechugas?

298. Tomándome pastillas…

Y hoy un acertijo que nos ha hecho llegar David, ¡muchas gracias! 🙂

Una persona tiene que tomar 2 pastillas diarias. Una A, y una B. Las pastillas son exactamente idénticas en todos los sentidos y no es posible diferenciarlas. Un dia por un accidente se le mezclan dos A y una B. Si se toma dos iguales, se muere, y no puede desperdiciar ninguna pastilla porque son muy caras. ¿Cómo hace para tomar una de cada una?

Os animo a todos a participar enviando vuestras adivinanzas, juegos, acertijos, o lo que queráis, a nuestra dirección de correo: acertijos.org@gmail.com. ¡Muchas gracias!

290. El asesinato del anciano

El señor Antigüez, un anciano de Reponítica, vivía en una pequeña casa de campo cerca de la ciudad. Puesto que estaba parcialmente discapacitado, le llevaban a casa todo lo que necesitaba. Un jueves, el cartero fue a entregarle el cheque certificado de su pensión y se dio cuenta de que la puerta estaba entornada. Al abrirla, encontró a Antigüez muerto en medio de un charco de sangre seca. Cuando el detective Guardarropa llego, examinó atentamente el escenario del crimen. En el dintel había dos botellas de leche parcialmente vacías, el diario del lunes anterior, un catálogo de una tienda local y algo de correo sin abrir esparcido por el suelo cerca de la puerta. La autopsia confirmó que Antigüez llevaba varios días muerto. ¿Quién pensó Guardarropa que era el culpable?