279. El reloj de Empa Nado

Empa Nado tiene un reloj de pared que suena a las horas y a las medias. El reloj da una campanada cada media hora, también da una campanada a la una, dos a dos, tres a las tres, etc. Una vez, Nado llegó a su casa y, al entrar, oyó una campanada, media hora más tarde, oyó otra campanada, al cabo de media hora, una campanada más y, por último, otra campanada transcurrida media hora. Sabiendo que el reloj funciona perfectamente, ¿qué hora era después de esta última campanada?

274. El cuñado de Staff

«Staff, tengo que darte una mala noticia», dijo el detective Guardarropa, «tu cuñado ha muerto y todo me hace suponer que se trata de un asesinato». «La verdad es que no me sorprende», le contestó Ador, «Ladr’on Zuelo tenía montones de enemigos. Los maridos de mis hermanas estaban peleados con él, a causa de un negocio que fue muy mal; un amigo de mi hermano le prestó dinero y no se lo quiso devolver, e incluso el hermano de mi mujer, que acaba de salir de la cárcel, dijo que Zuelo le había traicionado y que se vengaría en cuanto pudiese…» Mientras Staff Ador seguía alargando la lista de enemigos de Ladr’on Zuelo, el detective sacó las esposas y lo arrestó. ¿Por qué?

273. El trayecto del taxista

Acérrimo Terco cogió un taxi y, en cuanto comenzó el trayecto, empezó a hablarle al conductor, Ridí Culo. Éste intuyó que Acérrimo le iba a dar la lata durante todo el viaje, así que recurrió a un viejo truco que usan los taxistas en estos casos. Miró por el retrovisor y le dijo: «Lo lamento, señor, pero soy muy duro de oido y tengo el audífono estropeado. Lo siento mucho pero no entiendo nada de lo que me está diciendo». Al llegar a su destino Acérrimo pagó la carrera y continuó con sus asuntos, pero al cabo de un buen rato se dio cuenta de que Culo le había tomado el pelo. ¿En qué lo notó?

270. Asesinato en casa…

Staff Ador fue a buscar al detective Guardarropa. «Venga enseguida», le dijo, «mi mujer ha sido asesinada». La señora Ador yacía en el suelo, con el cuchillo clavado en la espalda. Se percibía el olor de una vela, acabada de apagar. Cerca de ella había un pequeño charco de agua y una botella rota. Como siempre a esa hora, se levantaba una ligera brisa. Guardarropa fue a cerrar la ventana. Cuando se giró para ver la escena desde otro ángulo, vio la cera derretida la vela. Staff dijo que oyó un grito y que, al entrar en la habitación, la encontró muerta. No tocó nada y fue enseguida a buscar al detective. «Está mintiendo», le dijo Guardarropa. ¿Por qué?

269. Relojes descoordinados

Don Tanto Porciento y su esposa fueron de compras, pero, como se hacía tarde y todavía quedaba mucho por hacer, se separaron para ir más desprisa. Quedaron en que se encontrarían en el banco a las tres en punto. Don Tanto se había olvidado su reloj y preguntó a una señora; aunque su reloj iba 5 minutos adelantado, la señora pensaba que iba 10 minutos atrasado. La señora Porciento tampoco llevaba reloj, así que preguntó en una tienda qué hora era. Allí el reloj iba 10 minutos atrasado, pero creían que iba un cuarto de hora adelantado. Teniendo en cuenta los errores de los relojes, ¿a qué hora se encontraron Don Tanto y su esposa en el banco?

268. Acusado de asesinato

El detective Guardarropa pulsó el interruptor de la luz de la habitación, que estaba a oscuras. La lámpara de la cabecera de la cama se encendió e iluminó una Biblia abierta sobre la colcha. El detective se sentó en una de las camas y Staff Ador hizo lo mismo. «Cuénteme toda la historia otra vez», dijo Guardarropa. «Estaba en la cama, leyendo, cuando oí dos tiros. Corrí hacia la puerta, la abrí y vi a una mujer que corría hacia la salida. Tenía una pistola en la mano y llevaba la cara tapada. Fui hacia la habitación de Pedrito, pero le encontré en el suelo, boca abajo. Cuando le di la vuelta, entró el inspector del hotel y me acusó de asesinato». «Según lo que cuenta, yo también voy a hacerlo», le respondió Guardarropa. ¿Por qué?

Cada día, una nueva pregunta… La respuestas, las pones tú…