233. La aristocracia del XIX

El profesor Listillo dio una conferencia sobre «La vida de la aristocracia en el siglo XIX», y contó una anécdota, totalmente cierta, que ocurrió en verano en cierta corte de la Europa Central: «Mientras los cortesanos charlaban y paseaban por los jardines, en el palacio la reina atacó al rey y lo mató allí mismo. Los miembros de la corte, asombrados, continuaron con la fiesta como si nada». ¿Cómo fue esto posible?

232. Los sombreros del profesor

El profesor Listillo, que estaba buscando un ayudante, se entrevistó con los tres candidatos. Les dijo que tenía cinco sombreros, tres blancos y dos negros, y que les iba a poner uno a cada uno. El primero que acertase el color del que llevaba, explicando cómo había llegado a dicha conclusión, se quedaría con el puesto. Después de ponerse los sombreros, el primero de los candidatos miró a los otros dos y dijo que no sabía la respuesta. El segundo miró al primero y al tercero y dijo que tampoco sabía qué contestar. El tercero, que, además, era ciego, no sólo acertó el color del sombrero que llevaba, sino que explicó claramente cómo había llegado a esa conclusión. ¿De qué color era el sombrero que llevaba el candidato ciego y cómo lo supo?

229. El sabio de la colina

Un hombre muy sabio vivía en la cima de una colina, cerca de una pequeña ciudad. La gente le visitaba para resolver sus problemas y encontrar soluciones a los pequeños misterios cotidianos. Un día, dos muchachos decidieron burlarse de él. Cogieron una paloma y subieron a la colina. Una vez ante el sabio, uno de ellos le dijo: «Dinos, hombre sabio, si la paloma que tengo detrás de mi está viva o muerta». El hombre sonrió y les dijo: «Sé que tratáis de engañarme, así que no puedo responder a vuestra pregunta». Aunque el hombre hubiese sabido la respuesta, ¿por qué no quiso decirla?

227. Los cofres de Porcia

Inauguramos una nueva sección, basada en la novela de Shakespeare, El mercader de Venecia, donde Porcia tenía tres cofres (de oro, plata y plomo) y donde dentro de sólo uno de ellos se hallaba el retrato de la joven. El pretendiente que quería optar siquiera al matrimonio con Porcia debía acertar el cofre en función de la inscripción que aparecía en los cofres… Mejor en la práctica: 😉

De los siguientes cofres uno, y sólo uno, tiene una frase cierta:

Los cofres de Porcia - I¿Dónde está el retrato de Porcia?

Disculpar por la calidad de la imagen, que no tengo el «fotochó» instalado por cuestiones técnicas 🙂 ¡Suerte!

224. Asesinato en la redacción

Disculpas generales por mis continuados retrasos. Mantener al día este blog no es facil y me supone muchas horas. En general, dedico algún rato a programar varias entradas por si algún día no puedo escribir, pero últimamente me falta tiempo para muchas cosas y, entre ellas, seguir escribiendo con regularidad.

Me gustaría poder seguir escribiendo a buen ritmo y sin retrasos, pero por ahora me es dificil asegurar algo. En cuanto a los comentarios sobre vuestras respuestas, tampoco tengo mucho tiempo de mirármelo cada día y poder responder o comentar vuestras soluciones, aunque a veces, cuando me pongo, hago borrón y cuenta nueva con las que hay pendientes.

Espero poder seguir al día y ofreciendoos este pequeño espacio de entretenimiento. ¡Muchas gracias por la paciencia y los ánimos!

Cuando Acérrimo Terco, el director de la prestigiosa revista Tecnociencia, volvió de comer, se encontró con el detective Guardarropa. «Se ha encontrado estrangulada en el aparcamiento a la Srta. Piñata, su redactora-jefe. Le han robado el bolso y todo lo que llevaba de valor», dijo Acérrimo. En ese momento, el detective vio un mensaje que Andresita había dejado en el ordenador de Terco: «Acerrimo, perdona el retraso. Ya se qe la reunion es a las tres, pero e tenido que ir un momento al coche a buscar una cosa. Piñata». Después de leer la nota, Guardarropa dijo: «Aquí hay algo que no me gusta». ¿Qué le ha parecido extraño al detective?

222. Los viajes de Acérrimo

Acérrimo Terco explicó que, durante su último safari en África, para dar caza a un león muy feroz, tropezó con tan mala fortuna que se rompió un pie. En lugar de abandonar, continuó hasta conseguir matar a su presa. Contó después que, mientras estaba en el Polo Norte, en pleno invierno, cogió un resfriado terrible, pero que siguió persiguiendo a un oso polar hasta darle caza. Terminó de describir sus hazañas, explicando cómo, mientras recorría la costa de Florida en un pequeño bote, mató a un tiburón, a pesar de que se había lastimado un brazo. Aunque todas las historias de Acérrimo son difíciles de creer, ¿en qué punto se sabe que miente?

221. El asunto Don Tanto

«Salté la valla y caí en el jardín de Don Tanto», explicaba Staff Ador. «Advertí unas luces en el último piso y vi a Porciento en el suelo, atado de pies y manos. Inmediatamente, apareció un hombre con barba y gafas de sol. Al ver que era el asesino que están buscando, me olvidé por completo de robar y me preocupé de ayudar al señor. Así que subí rápidamente los cuatro pisos, pero, por desgracia, llegué demasiado tarde; el asesinato ya se había cometido y el criminal había huído. Como no podía hacer nada por el pobre muerto, salí de la casa y ustedes me detuvieron». El detective Guardarropa le contestó: «Nadie va a creerse tu historia». ¿Cuál es el error?

Cada día, una nueva pregunta… La respuestas, las pones tú…